Una clínica argentina indemnizará a la esposa de un hombre que falleció tras tres años con erecciones
La víctima murió de un infarto después de someterse a un tratamiento para solucionar sus problemas sexuales
Una clínica de Argentina para el tratamiento de problemas de deficiencia sexual deberá indemnizar con 80.000 dólares a la esposa de un hombre que trató y que murió de un infarto después de tres años de padecer erecciones permanentes, informa hoy la prensa local.
La mala práctica médica causó "el total desequilibrio síquico del paciente", que tenía 44 años, ha dicho el juez Luis Plana Alsinet, de la ciudad de Mendoza (oeste), en un fallo que no identifica a la víctima ni al instituto condenado a pagar el resarcimiento en el plazo de 10 días.
Hace 10 años, la víctima padecía problemas de eyaculación precoz, por lo que acudió a la clínica "entusiasmado por la fuerte, insistente y frondosa publicidad que aparecía en todos los medios de difusión" para el tratamiento de problemas sexuales.
Sustancia equivocada
En el instituto "se equivocaron" al darle una inyección de 30 mililitros de una sustancia "sin explicación de qué se trataba", lo que le provocó una inmediata "erección total del pene" que cedió al cabo de 12 horas, dice el fallo que reproduce el diario Los Andes, de Mendoza, capital de la provincia homónima.
Tras una segunda inyección de 20 mililitros de esa sustancia, el paciente volvió a sufrir "priapismo", como en medicina se llama a la erección sostenida y dolorosa del pene de más de cuatro horas de duración.
Los médicos le administraron "aspirinas y hielo" y le hicieron hacer ejercicios físicos sin lograr revertir el doloroso priapismo, por lo que el paciente fue llevado a una clínica de Buenos Aires donde le sometieron a una operación de "punzamiento, sangrado y limpieza" de sus genitales.
Efectos nocivos
Con esa operación "no se pudo retrotraer los efectos nocivos definitivos que el priapismo le había producido", apunta el juez en alusión al diagnóstico de los médicos.
Plana Alsinet ha asegurado que el paciente sufrió una impotencia sexual absoluta y también "daños emocionales, sicológicos, morales y materiales, todo lo cual repercutió directamente en su relación familiar, en especial con su esposa y dos hijas".
El hombre murió en el 2002 de un infarto "posiblemente por "toda la problemática por la que atravesaba", ha apuntado el magistrado.
Mala praxis médica
"Los únicos culpables de la mala praxis son los médicos tratantes y el instituto como institución de la cual dependían. Al no ser demandados los primeros, será el segundo quien deba responder por su responsabilidad civil con la reparación pecuniaria del caso", ha dictaminado el magistrado.
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