Un buen pellizco económico de unos seis millones de euros al año por la venta de electricidad a la red. Es lo que va a obtener Petronor gracias a su nueva planta de cogeneración eléctrica, de 43 megavatios (MW) de potencia instalada, que ya está operativa. Con esta unidad, que ha supuesto una inversión de 83,5 millones y la creación de 15 puestos de trabajo, la compañía presidida por Josu Jon Imaz dispone de una capacidad de generación de 100 megavatios, un 3,9% de la producción total de la comunidad autónoma del País Vasco.
Imaz, el director general de la compañía, Víctor Pérez de Guezuraga, y el responsable de calidad de la firma, Víctor Fernández, explicaron ayer que en el curso de las últimas semanas se han llevado a cabo las pruebas y los últimos ajustes en la planta de Muskiz, que está en marcha desde finales del recién concluido abril.
En la actualidad, un 52% de los 100.000 kilovatios de energía eléctrica a la hora que produce Petronor se utiliza para el consumo interno de la refinería, mientras que el 48% restante se vuelca a la red general para el consumo público. Sin embargo, cuando entre en funcionamiento la planta de coque que está construyendo la compañía, a finales de este mismo año, un 70% de esta capacidad se destinará al autoabastecimiento, mientras que se venderá el 30% restante.
Tanto Imaz como Pérez de Guezuraga destacaron las «ventajas medioambientales» que supondrá la nueva planta, que permitirá un ahorro del 48% en las emisiones de CO2: de 477.000 toneladas al año con una caldera convencional y una central términa a 232.000 utilizando la cogeneración. Además, se ahorra un 11% de combustible y también se reduce el consumo de agua. Asimismo, subrayaron las mejoras de eficiencia que traerá la unidad, que posibilitará un incremento del rendimiento eléctrico equivalente hasta cerca del 65%, seis puntos por encima del mínimo requerido por la ley.
La nueva unidad de cogeneración, cuyo combustible habitual será el gas natural, permitirá generar aproximadamente una cuarta parte de la producción de una central nuclear como la de Garoña -ahora en el ojo del huracán por los titubeos del Gobierno de Zapatero sobre su cierre- y, además de posibilitar el autoabastecimiento de la refinería vizcaína, permitirá a Petronor volcar a la red un 30% de su generación eléctrica. Con precios del primer trimestre de este año, la venta de esta energía supondría para Petronor alrededor de unos 6 millones de euros anuales, aunque la sociedad precisó que el precio de venta lo marca el Boletín Oficial del Estado cada trimestre.
La novedad
Una de las principales novedades de la instalación es la posibilidad de producir vapor incluso mientras la turbina de gas esté parada. Para ello se ha colocado un dispositivo que independiza ambas partes y permite el funcionamiento de la caldera aun en el caso de detención de la turbina.
Imaz aprovechó su comparecencia para explicar que la construcción de la Unidad de Reducción de Fuel Oil, conocida popularmente como la planta de coque, avanza según los plazos previstos. Con una inversión mensual de unos 20 millones de euros -en total el megaproyecto supone 835 millones, el mayor desembolso industrial en la historia de Euskadi-, dicha unidad, que dará empleo directo a un centenar de trabajadores, estará entregada a finales del último trimestre de este año. Su puesta en marcha definitiva está prevista para cuando concluya el presente ejercicio.
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