Más de 3500 personas hicieron ayer cola en la calle Preciados de Madrid para poder hacerse con una copia de World of Warcraft: Cataclysm, la nueva expansión del popular MMORPG.
Hay dos opciones para deducir de quién son las palabras que encabezan esta noticia: Podría ser el insigne Alfonso Guerra, tras una sesión de Wow con sus ¿nietos? y un momento de nostalgia post transicionaria; otra es Thrall, sobre el vórtice creado por el dragón aspecto Alamuerte en su devastador despertar, que da nombre a la nueva expansión puesta a la venta el pasado 6 de diciembre: Cataclysm.
A lo largo de todo el mundo y en riguroso orden de franjas horarias, la compañía californiana Blizzard Enterntaintment ha celebrado el lanzamiento de la esperada cuarta entrega del juego de rol online más exitoso del mundo con eventos en puntos destacados. En España, fue el Fnac de Callao, en Madrid, el que recibió a más de 3.500 fans del popular videojuego. Muchos de ellos, como comentaban a los micrófonos de este medio, llevaban allí cerca de 24 horas. “Nos hemos traído una mesa y llevamos todo el día jugando a las cartas.”, comenta el orgulloso primero de la fila, “jugamos a ‘Magic’, que es igual de freak”. La verdad es que el propio World of Warcraft también dispone de un juego de cartas al uso, pero también nos vale. “La satisfacción de ser los primeros y al tratarse de puente, con más razón todavía”, justifican este grupo de fans que llevan jugando al juego “más de 5 años, desde que salió en inglés”.
La nota de color, además de una decoración al uso, la pusieron aquellos aficionados que acudieron a la llamada de Blizzard en el concurso de disfraces que pretendía amenizar la espera hasta la apertura de cajas y… ¡vaya si lo hicieron! Se vieron enanos, draeneis, elfos de sangre,… y muchas razas de la imaginería fantástica que rodea el rico y basto universo de World of Warcraft, pero fue Estefany quien se llevó el gato al agua (y de paso un iPad), una orgullosa jugadora de Wow, que, sorprendentemente, se enteró del concurso hace dos semanas pero ya tenía el disfraz preparado. “La verdad es que me gusta mucho coser y con la currada que me pegué, valía la pena venir con él. El personaje de Sylvanas me encanta, así que aquí estamos”. Sobre su experiencia de juego, Estefany nos cuenta que juega en el servidor español Tyrande y que su grupo de juego son los amigos de siempre. “Tampoco vamos a saco, se trata de un grupo de amigos que ya nos conocemos y quedamos para pasar el rato.” Aunque luego tienen otros personajes a parte donde “cada uno, se flipa más”, confiesa.
La cantidad y tipología de público fan de World of Warcraft es muy variopinta, si hacemos caso al perfil de gente que acudió al evento del Fnac: Desde hermandades completas de jugadores veinteañeros, que al grito de “Viva la Horda”, saludaban a los numerosos medios que allí nos agolpábamos, hasta chavales de 12 años con sus sufridas progenitoras a cuestas, otra prueba más del amor de madre, “Sólo llevamos desde las 7”, nos confiesa, “y aquí estamos, acompañando al pequeño.” Lo cierto es que la hora para comenzar a jugar a Cataclysm era a partir de las 00:00 del 7 de diciembre, momento en que los servidores de Blizzard aceptarían las claves de juego compradas. Nuestra duda sobre si el menor tendría venía para probar el título esa noche, nos quedó clara con la sonrisa de la progenitora: su hijo iba a esperar hasta el día siguiente a probar la nueva expansión.
Allí estuvieron también Cory Stockton, Diseñador jefe de contenido de Blizzard y Rob Sevilla, Ilustrador 3D, recién llegados de California, para entregar los premios y firmar las copias de la expansión. Pero al final acabaron firmando posters, cajas de ratones y alfombrillas exclusivos de SteelSeries y alguna que otra camiseta, siempre con una sonrisa. Por lo visto, viene en el contrato.
Y por último (but not least), no olvidéis que en el próximo número de Marca Player podréis leer un exhaustivo análisis de la expansión más esperada de World of Warcraft.
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