DjKosmick
11/11/2009, 12:03
Euskadi plantará cara al último virus que ha puesto en guardia a la comunidad científica mundial con la única arma eficaz que dispone el hombre, la farmacopea. A partir del próximo lunes, día 16, los centros vascos de atención primaria comenzarán a dispensar las vacunas a los grupos de la población considerados más sensibles al embate de la gripe A. En total, alrededor de 463.000 ciudadanos.
Este número se desglosa en cerca de 50.000 trabajadores sanitarios, desde enfermeros o médicos hasta celadores o personal de residencias de ancianos y centros de atención a otros sectores vulnerables, y unos 15.000 empleados de colectivos considerados esenciales para la población. Es el caso de policías, bomberos, miembros de Protección Civil o conductores de ambulancias.
También deberán exponer sus brazos al pinchazo los enfermos crónicos, en torno a 380.000, ya que las patologías que padecen podrían complicarse en caso de que se contagien del virus H1N1. Este grupo incluye pacientes con afecciones en el aparato circulatorio y respiratorio, diabéticos, personas con insuficiencia renal moderada o grave, obesos mórbidos, enfermos hepáticos o inmunodeprimidos.
El último colectivo al que va dirigida la campaña gubernamental, el de las mujeres que se encuentran en el segundo y tercer trimestre de gestación, deberán aguardar algunos días más para inmunizarse. La razón estriba, según explicó ayer el propio consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, en que el Gobierno vasco está aún a la espera de recibir unas vacunas específicas, que no afectan a los fetos. «Confiamos en recibirlas el próximo martes, con lo que calculamos que estaremos en disposición de empezar a dispensarlas a finales de la próxima semana», aseguró el responsable político. En torno a 20.000 mujeres están llamadas a recibir esa inyección.
Si bien la vacunación es voluntaria para todos estos colectivos, Bengoa hizo hincapié en los beneficios personales y sociales de la dosis. «Vacunarse es lo más seguro y queremos animar a los grupos de riesgo a que se la administren. Porque cuanta más gente sea inmune, menos personas susceptibles de infectar encontrará el virus», agregó.
El consejero de Sanidad aprovechó la presentación de la campaña para hacer un especial llamamiento a los profesionales del ámbito médico ante la tentación de renunciar a la vacuna, dado el carácter leve, aunque muy contagioso, de la gripe A. «Les animamos de forma enérgica a que se la pongan. Es muy importante que se protejan a sí mismos y a sus pacientes», enfatizó.
Atención a la primavera
El inicio de la ofensiva sanitaria contra el virus se empezará a desplegar quince días después de que la epidemia alcanzara en Euskadi su mayor incidencia. La semana pasada se registró una prevalencia de 550 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone la tasa más alta de entre todas las comunidades autónomas españolas.
Sanidad desconoce si este pico, que ha emprendido ahora un ligero descenso, se superará durante los próximos meses de invierno, o bien descenderá de forma progresiva. «Desconocemos cómo se comportará -admitió Bengoa-, pero sí sabemos que, en la década de los años cincuenta, un virus de características similares protagonizó un segundo pico durante la primavera. Eso sí, si esto se repite, habrá menos contagios porque para entonces habrá más gente inmunizada de forma natural al haber pasado ya la gripe o estar vacunada», explicó.
Desde que hace siete meses, en el mes de abril, se identificaron en el País Vasco los primeros casos de ciudadanos enfermos por la gripe A, 458 vascos han tenido que ser hospitalizados para ser tratados de ese virus. De ellos, 43 ingresaron en unidades de cuidados intensivos, donde permanecieron una media de seis días. Según los datos aportados ayer por el consejero de Sanidad, la edad media de estos pacientes era de 35 años y en el 56% de los casos se trataba de hombres.
En la actualidad, el H1N1 mantiene en tratamiento en algún centro sanitario de la comunidad a 76 personas. 18 de ellos, en una UCI.
Bengoa aseguró que Sanidad dispone de suficientes dosis para inmunizar a cuatro de cada diez ciudadanos, si bien las 463.000 dosis que empezará a inyectar el lunes no representan ni el 25%. «Por tanto, contamos con más vacunas para ser utilizadas en caso de que sea necesario. En el caso de que sobren, las ofreceremos a quien quiera hacer uso de ellas», señaló el consejero.
Este número se desglosa en cerca de 50.000 trabajadores sanitarios, desde enfermeros o médicos hasta celadores o personal de residencias de ancianos y centros de atención a otros sectores vulnerables, y unos 15.000 empleados de colectivos considerados esenciales para la población. Es el caso de policías, bomberos, miembros de Protección Civil o conductores de ambulancias.
También deberán exponer sus brazos al pinchazo los enfermos crónicos, en torno a 380.000, ya que las patologías que padecen podrían complicarse en caso de que se contagien del virus H1N1. Este grupo incluye pacientes con afecciones en el aparato circulatorio y respiratorio, diabéticos, personas con insuficiencia renal moderada o grave, obesos mórbidos, enfermos hepáticos o inmunodeprimidos.
El último colectivo al que va dirigida la campaña gubernamental, el de las mujeres que se encuentran en el segundo y tercer trimestre de gestación, deberán aguardar algunos días más para inmunizarse. La razón estriba, según explicó ayer el propio consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, en que el Gobierno vasco está aún a la espera de recibir unas vacunas específicas, que no afectan a los fetos. «Confiamos en recibirlas el próximo martes, con lo que calculamos que estaremos en disposición de empezar a dispensarlas a finales de la próxima semana», aseguró el responsable político. En torno a 20.000 mujeres están llamadas a recibir esa inyección.
Si bien la vacunación es voluntaria para todos estos colectivos, Bengoa hizo hincapié en los beneficios personales y sociales de la dosis. «Vacunarse es lo más seguro y queremos animar a los grupos de riesgo a que se la administren. Porque cuanta más gente sea inmune, menos personas susceptibles de infectar encontrará el virus», agregó.
El consejero de Sanidad aprovechó la presentación de la campaña para hacer un especial llamamiento a los profesionales del ámbito médico ante la tentación de renunciar a la vacuna, dado el carácter leve, aunque muy contagioso, de la gripe A. «Les animamos de forma enérgica a que se la pongan. Es muy importante que se protejan a sí mismos y a sus pacientes», enfatizó.
Atención a la primavera
El inicio de la ofensiva sanitaria contra el virus se empezará a desplegar quince días después de que la epidemia alcanzara en Euskadi su mayor incidencia. La semana pasada se registró una prevalencia de 550 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone la tasa más alta de entre todas las comunidades autónomas españolas.
Sanidad desconoce si este pico, que ha emprendido ahora un ligero descenso, se superará durante los próximos meses de invierno, o bien descenderá de forma progresiva. «Desconocemos cómo se comportará -admitió Bengoa-, pero sí sabemos que, en la década de los años cincuenta, un virus de características similares protagonizó un segundo pico durante la primavera. Eso sí, si esto se repite, habrá menos contagios porque para entonces habrá más gente inmunizada de forma natural al haber pasado ya la gripe o estar vacunada», explicó.
Desde que hace siete meses, en el mes de abril, se identificaron en el País Vasco los primeros casos de ciudadanos enfermos por la gripe A, 458 vascos han tenido que ser hospitalizados para ser tratados de ese virus. De ellos, 43 ingresaron en unidades de cuidados intensivos, donde permanecieron una media de seis días. Según los datos aportados ayer por el consejero de Sanidad, la edad media de estos pacientes era de 35 años y en el 56% de los casos se trataba de hombres.
En la actualidad, el H1N1 mantiene en tratamiento en algún centro sanitario de la comunidad a 76 personas. 18 de ellos, en una UCI.
Bengoa aseguró que Sanidad dispone de suficientes dosis para inmunizar a cuatro de cada diez ciudadanos, si bien las 463.000 dosis que empezará a inyectar el lunes no representan ni el 25%. «Por tanto, contamos con más vacunas para ser utilizadas en caso de que sea necesario. En el caso de que sobren, las ofreceremos a quien quiera hacer uso de ellas», señaló el consejero.